¿Qué me hizo parar, reflexionar y cambiar de rumbo?. Pues verás la historia continua a raíz de que ocurrió un percance grave en mi familia, ¡¡¡un accidente que lo cambió todo!!!. De repente mi foco de atención se puso en lo que verdaderamente importaba. La vida se nos puede ir de un instante para otro y sería una gran lástima no haberla vivido desde la felicidad, el disfrute personal y en plena conexión con lo que te hace vibrar por dentro y por fuera.
“La vida hay que aprender a vivirla y no a gastarla”. El tiempo es lo único que se nos da en abundancia cuando nacemos y lo que escasea según vamos avanzando hacia el final. Ese tiempo vale más que cualquier otra cosa, pero vale si lo sabes vivir en plenitud, en auténtica felicidad interior.
A raíz del percance mencionado, comencé en una búsqueda intensiva de la felicidad interior, haciendo todo tipo de cursos y leyendo libros, que por su temática, nunca antes habían caído en mis manos. Todo ello me brindo en poco tiempo un gran cambio de mentalidad, de consciencia, de cómo había que vivir “mi vida”, no la de otros o bajo las premisas de otros.
Esto te resultará muy interesante. El estrés y la ansiedad desaparecieron con las nuevas técnicas que aprendí y esto me aporto un nuevo foco en mi vida… ¿por qué no dedicarme a compartir estas herramientas con quien lo necesite?, ¿qué ha pasado con mi vocación de servicio, ayuda y escucha a los demás?¿por qué no dejarlo todo y dedicarme a lo que más me había gustado desde siempre y que además parecía ser mi don principal en esta vida: escuchar, atender y apoyar a los demás en sus procesos de cambio y evolución en sus vidas. Un gran clic dentro de mí hizo que todo tuviera más sentido que nunca antes.
Dediqué 1 año y medio a poner en orden mi nueva vida, mis prioridades “ser feliz conmigo misma y gustarme de verdad”. En el camino de mi nueva vida, más cursos de desarrollo personal y profesional de todo tipo y contacto con nuevas personas, compañer@s de camino, a cual más estupend@. Gente bonita por dentro, gente que brilla desde su ser de dentro a fuera.
“Todo ello ha hecho de mí quien soy ahora y me ha preparado para poder dar de mí, a quienes lo necesiten, mi mejor versión como psicoterapeuta y como coach de vida”.
Ser Psicólogo y Coach requiere una formación y reactualización continúa para poder ayudar más y mejor con nuevas técnicas de 3ª generación.
¡Dedico la mitad de mi tiempo a aprender nuevas técnicas para encontrar la mejor forma de ayudar a mis pacientes con lo mejor de lo mejor!